El Jebha es una pequeña ciudad portuaria de la provincia de Chefchaouen, a medio camino entre Tetuán y Al Hoceïma. El norte de Marruecos es el destino de escapada estival para muchos marroquíes. Además de sus grandes atractivos turísticos y monumentos históricos, sus diversas playas son un gran atractivo para quienes buscan alivio en los calurosos días de verano.
Algunos de los lugares más bellos de la región norte del país siguen siendo joyas secretas. Uno de estos lugares es un pequeño y precioso pueblo llamado El Jebha.
El Jebha: el paraíso del Mediterráneo
El Jebha significa el frente en árabe; ¿por qué el frente? Sencillamente porque está rodeada por las montañas del Rif Occidental y la ciudad forma el frente de las mismas. El Jebha es, de hecho, una pequeña playa en forma de cráter tallada en la roca con una amplia franja de arena fina. El mar y la roca se encuentran en un afloramiento rocoso poco común en el mundo y se funden para crear una costa salvaje, escarpada y hermosa.
Y pensar que hasta hace unos años, El Jebha era un destino desconocido, antes de que la construcción de la circunvalación del Mediterráneo lo hiciera más accesible. Y como todas las pequeñas playas de esta parte del Mediterráneo, remotas pero no por ello menos sublimes, El Jebha ofrece a los bañistas unas hermosas aguas transparentes y una playa casi desierta. Puede nadar, bucear o simplemente tomar el sol. Las aguas de El Jebha también son conocidas por albergar delfines salvajes, que viven aquí casi todo el año, excepto en su época de celo.
Por lo general, es posible acercarse a estos delfines, observarlos y fotografiarlos sin demasiada dificultad, lo que constituye una experiencia inolvidable. Por la noche, toda la extensión de esta hermosa playa se ilumina con luces, ya que la pesca con linternas es una actividad local muy popular. El espectáculo es increíble.
Dónde alojarse, ir y comer en El Jebha
Al llegar a la ciudad, puede alojarse en un camping cerca de la playa o alquilar una habitación o un apartamento en el pueblo. Los precios son económicos, y oscilan entre los 100 y los 300 MAD (11 a 33 $) por noche. La hospitalidad es cálida y acogedora, y conectar con un anfitrión local es una buena oportunidad para integrarse en el estilo de vida marroquí.
También puede alojarse en uno de los pocos hoteles de la ciudad, como el hotel El Mamoun. Sin embargo, es importante recordar que la mayoría de las tiendas y alojamientos del pueblo optan por el efectivo en lugar de las tarjetas de crédito.
En primera línea de playa, hay vendedores que ofrecen marisco a la parrilla. Incluso se puede elegir el marisco más apetecible antes de que lo cocinen. Los vegetarianos disponen de deliciosos tajines de verduras marroquíes.
